viernes, 4 de octubre de 2013

Quisiera decir muchas cosas

Quisiera decir muchas cosas. Quisiera decirte muchas cosas.

La primera es que volvió a cambiar la empresa del servicio de seguridad del coto. Tenía una tasa de rotación de personal muy alta, así que las personas con las que me iba encariñando desaparecían de mi vida de un día para otro. (¿Habría de ser eso un preludio a que otras cosas que yo amo se fueran?) Por lo pronto, puedo decir que me da gusto haber hecho sonreír a varias de esas personas. Me da gusto haber hecho que me conocieran y reconocieran, que me vieran salir tarde para ir a clases y nos saludáramos con gestos lindos, con repetidas pero siempre nuevas sonrisas.

Extraño en especial la sonrisa amable, maternal incluso, de aquella mujer que nos dejaba pasar a deshoras, que jugaba a la complicidad inocente con nosotrxs. Morena, bonita. Luego de que ella se fue, llegó otra, una pequeña gordita que me sonreía ampliamente. Tiendo a creer que sus ojos eran verdes o azules, pero de un tono más bien oscuro, quisiera decir que sincero. Nos veíamos de día cuando yo salía apurado, y de noche cuando llegaba ya muy entrada la oscuridad. Parecía que trabajaba todo el tiempo sin parar.

También voy a extrañar al sujeto conflictivo. A ése que casi nos corre; qué cosas. A ése que nos había tomado cariño también a nosotrxs. A ése que no sabía que no nos volvería a ver caminar juntxs por aquí en meses, si es que volviéramos a hacerlo. A ése que yo no sabía que en semanas no volvería a ver.

Quisiera decir muchas cosas, porque muchas cosas han cambiado. Y porque muchas no van a cambiar.

Dice Alina que yo siempre lxs voy a extrañar. El aprendizaje estará en situarlos correctamente en mi biografía, que es trabajo bastante intenso. Y es importante: mi biografía no para de ser escrita.

Pareciera que estos días estoy llevando una materia intensiva sobre mí mismo. Lo más raro es que ni siquiera puedo faltar a clase, o ignorar al profesor mientras hago otra cosa... No puedo escapar de mí mismo: ya no.

Una trivialidad que quisiera contar es que siento como si hubiera una lista de personas regadas por ahí a las que les interesaría estar conmigo (personas que no me conocen mucho, personas que no he abrazado), pero que no moverían un dedo en esa dirección. Qué interesante es pensar que proyecto algo que las mantiene lejos en esa dimensión, si es que existen. Es como si tuviera un letrero de "hey, estoy ocupado", aunque charlando he llegado a la conclusión de que eso quizá favorecería que alguien se animara a intentar, irónicamente.

Una parte de mí quiere que pierda el control, me emborrache y me meta con quien pase en frente. Yo no soy así. Jairo me hizo una pregunta interesante: si yo planeara perder el control, y lo "perdiera", ¿realmente habría "perdido el control"? Sea como sea, no lo haré. No me emborracharé. No me meteré con quien pase en frente. Y si me emborrachara, no pasaría lo último. Bueno, a menos de que quisiera que alguien se callara. Ya sabemos que ebrio soy capaz de besar para cerrar bocas. #QuéTerrible

Supe por Roberto que no dormir por estar trabajando es una causa de cáncer. La fuente es 9-GAG, pero igual me golpeó el dato: renuncié a trabajar por lo menos por un mes. Estoy impactado y tratando de reconfigurar mis hábitos para tener una vida más saludable. ¿Te fijas cómo siempre estoy en pugna por tener una vida más saludable de alguna manera?

Quisiera decir muchas cosas, pero no sé cuánto sea prudente decir. Quisiera decir muchas cosas, pero por ahora me quedaré queriendo.

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