miércoles, 24 de septiembre de 2014

martes, 16 de septiembre de 2014

Quería decirte

Entonces descubrí que sólo me gusta mirarte de lejos, que sólo me gustas cuando te veo a lo lejos. Que cerca de ti no tiene tanto sentido.

Quizá mirar es una metáfora.

lunes, 15 de septiembre de 2014

"Los hombres son idiotas" II: breve introducción a la lista infinita

Tono:
Hoy es el día en que terminan todas las historias de amor.

0 (¿Cuál es el número cero romano?)
Hago constar que tengo relaciones con una cantidad infinita de hombres, que la relación con cada uno de ellos es completamente distinta, como los fines que perseguimos juntos (o no-juntos).

I
Llevo una lista [infinita] de chicos que me gustan. Acabo de agregar a cuatro. Al principio, creí que yo también les gustaba, pero he rectificado: me gusta la idealización que tengo de cada uno, y estoy seguro de que yo también le gusto a ellas cuatro.

II
-Con el cuarto chico hay un problema, corre peligro. Es muy listo: sabe que es listo.
-Tú y yo nos sabemos listos. ¿Somos peligrosos?
-Sí, para nosotras mismas, claro.
-No entiendo por qué.
-Los egos son peligrosos. De repente, cuando una se cree muy lista es cuando una resulta más pendeja.

III
Entonces, aquel hombre enamorado de mí me dijo que cuando escribiera tu nombre en la lista, todos los otros desaparecerían.

No le creí.

IV
El matemático me preguntó si ya había escrito tu nombre. Le contesté que sí, pero hacía mucho tiempo.

Que ya estaba un poco borrado.

V Pedro Páramo
El aire nos hacía reír; juntaba la mirada de nuestros ojos, mientras el hilo corría entre los dedos detrás del viento, hasta que se rompía con un leve crujido como si hubiera sido trozado por las alas de algún pájaro. Y allá arriba, el pájaro de papel caía en maromas arrastrando su cola de hilacho, perdiéndose en el verdor de la tierra.
Tus labios estaban mojados como si los hubiera besado el rocío.
Cambié página tras página y lloré sin soltar una sola lágrima.

VI
Entonces el catalán me dijo:
-No quieres conversar conmigo, quieres coger conmigo.
Y entonces le dije al catalán:
-No quiero coger contigo, quiero conversar contigo.

Y no volvimos a conversar.

VII
-Tú dijiste que no me habías dicho que eras marica porque no lo sabías.
-No. Yo te dije que no te había dicho que era marica porque no lo era.

VIII
Años después entendería que quizá no fuera que yo le gustaba a ese italiano, sino que ese italiano me gustaba a mí.

IX Recuerdo de una matera
A veces pienso que debimos quedarnos en San Cristóbal de las Casas para siempre. O en Acteal, con aquel argentino y su novia Florencia.

X Das Schwerste Gewicht

"Aquello que escogemos por su levedad termina cayendo por su insoportable peso."

X
Fuere como fuere, dejé la ciudad de las ciudades. Tomé el metro, desesperado, y rasqué mis bolsillos para pagar el pasaje. Él me esperaba en la siguiente estación, dos horas antes. Me acompañó hasta que subí al autobús y me despedí de la luna con un beso.

XI
En sueños, a decenas de kilómetros por hora y con las estrellas reflejando una luz que yo no veía, le dije adiós a todos los amores sin decir palabra. Porque hoy es el día en que terminan todas las historias de amor. Porque hace frío, y el frío te deja helado. Y el frío, que en física no es más que la ausencia de un baile notorio de partículas diminutas, es una metáfora de la soledad.

Heme aquí con mis manos tejiendo una lista que nunca se acaba, para abrazarme de ella y abrazarme a sus nombres: otro diccionario de palabras incomprendidas.