Era un nomeolvides convertido en flor.Coyoacán. Sentado en una banca, fui interrumpido por una mujer que vendía gelatinas artesanales. Llevaban por dentro figuras de flores. En esa mujer bonita vi a mi madre, quien alguna vez fue mi madre, sin trabajo, haciendo una y otra vez la misma artesanía para salir del paso: del paso del hambre. ¿Veinte pesos? Deme una, por favor. Ésta se llama nomeolvides y tiene sabor a mango. ¡Sí! La quiero. ¡Muchas gracias! Que tenga un bonito día.
La respiro, la escucho, la contemplo, la acaricio, la saboreo, la recuerdo. Nolaolvido: es una flor convertida en un noteolvido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario